jueves, 3 de marzo de 2011

Yuppii!! Nos vamos a la Disco.... y ¡Cómo ha nevado hoy en pistas!

Todos los días son especiales, pero el Jueves mucho más. Es un día en el que no queda un minuto de descanso.
En pistas toca hacerlo muy bien, ya que hoy es cuando los monitores de esquí, evalúan a los alumnos su progresión, y el perfeccionamiento, para poder elegir a los mejores. La lástima es que no se puede dar premio a todos, aunque, el estar aquí, y compartir estos momentos con los “profes”, y nuestros “compis” de colegio es ya un premio, que para muchos queda registrado en su disco duro, y se acuerdan pasados muchos años.
Todavía tengo que “aguantar” a alguno de 4 de la ESO J, que me recuerda la coca-cola que le tuve que pagar hace 5 años por peder en una carrera que hicimos. Eso es lo gratificante de estos días. Ese recuerdo que se llevan los chicos.
Al bajar de pistas, hay que rascarse los bolsillos, y pensar en el regalo que vamos a llevar a los nuestros que se han quedado en Zaragoza. Para mi hermano pequeño, para el mayor, para los papis, los abuelos no iban a ser menos, mi prima que también me trajo el año pasado, la cuidadora… algunos, si por ellos fuera, se llevarían toda la tienda.
Después de vuelta al hotel hay que hacer la maleta, ya que mañana antes de ir a pistas, la tenemos que dejar cargada en el bus.
-¿Cómo meterías cuatro elefantes en un Seiscientos?
-Dos delante y dos detrás.
Pues eso es lo que le pasa a muchos. ¿Cómo voy a meter en la maleta, todo lo que me han puesto en casa ordenadito, y además los recuerdos que me llevo para la familia?
No me digáis como, pero al final todo cabe.
Y por fin, nada más cenar nos vamos a la discoteca.
¿Qué me pongo?  Se oye entre las chicas
¡Cómo huele a perfume en la planta de los de 5º y 6º! ¡Habéis visto a la chica morena del otro colegio! No es primavera, pero la sangre altera.
Es una noche especial, en la que para algunos es la primera vez que van a una discoteca, en la que también se encuentran con otros colegios, que como nosotros, están de Semana Blanca.
Y encima nos invitan a una consumición. Es uno de esos momentos que se les queda grabados a los chicos, y que cuando dicen por megafonía. “La última y nos vamos” Allí todo el mundo se pone a bailar, y hasta los más tímidos, escondidos entre el resto, hace sus pinitos en el baile y aprovecha la última canción, en “la discoteca”.
Bueno, mañana os contaré como quedaron los cuerpos de todos, y alguna anécdota que haya ocurrido.

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